Cuando los carnavales de Cádiz hace que una pareja se conozca, y que esta pareja termine en boda, no puede salir de otra manera que la boda de Pablo y Taty. Una boda en la que no paramos de reír, desde principio a fin. Una boda muy carnavalesca pero también muy rociera, ya que esta pareja son apasionados tanto de los carnavales de Cádiz como del Rocío de Almonte.
Una boda entre la capital y la Isla, ceremoniada en la Iglesia Mayor de San Fernando, donde el pequeño Álvaro no paró de curiosear por todos los lados de la iglesia, lo cual y por supuesto nos dio muchos momentos para captar y disfrutar de esa curiosidad infantil, celebrada en Azahar Costa, donde ya nos tiene acostumbrado al buen servicio que acostumbran a tener. Una celebración donde no faltó los carnavales y las sevillanas con las que sin duda todos los invitados disfrutaron sin parar.
Enhorabuena pareja por esa gran boda y muchas gracias por contar con nosotros.